Los Premios Laureus reunieron en Madrid a una congregación galáctica de deportistas, los mejores del mundo en lo suyo. Novak Djokovic y Jude Bellingham fueron dos de los que acudieron hasta la capital de España para recoger los galardones que les catalogaban como mejor deportista mundial y como revelación del año, respectivamente.

Jude Bellingham ha sido una de las grandes revelaciones de la temporada y su llegada al Real Madrid ha supuesto un paso más en su meteórica carrera deportiva. Ha sido una figura crucial para que el conjunto blanco haya amarrado la liga y esté en las semifinales de Champions. El jugador inglés ha tenido un impacto nunca antes visto, y eso que solo tiene 20 años.

Novak Djokovic lleva cerca de dos décadas en la élite más absoluta de la élite, por lo que conoce bien cómo se gestan los grandes campeones. Por ese motivo, no tuvo reparos en hablar de Jude Bellingham y el prometedor futuro que le espera al futbolista del Real Madrid. Lo hizo en los Laureus, donde ambos coincidieron.

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"Lo he conocido en Madrid y le he dado la enhorabuena por su gol y por los logros tan extraordinarios que está consiguiendo. No soy un experto en fútbol, pero al ver sus gestos he notado elementos de mentalidad, precisión y reacción en la forma de jugar. Siempre estaba intentando correr y si fallaba se le veía frustrado", dijo Djokovic la rueda de prensa de los Premios Laureus.

"Le vi con seriedad, dedicación y paciencia esperando que llegase su oportunidad. Solo tiene veinte años, pero tiene rasgos de un gran campeón. Se le ve humilde y me parece buena persona. Esos son los valores que los niños quieren. Me parece una persona extraordinaria", concluyó el tenista serbio, actual número uno del mundo de la ATP.

Djokovic posa el Premio Laureus al mejor deportista mundial de 2023. REUTERS

Fenómeno de masas

Si algo dejaron claro los Premios Laureus es que Jude Bellingham ya es una estrella del fútbol. El centrocampista del Real Madrid ha obtenido el reconocimiento mundial y su estatus ha pasado de promesa a estrella en tan solo unos meses. Esto es algo de lo que muy pocos pueden presumir.

De hecho, en la gala se pudo ver como una leyenda del atletismo como Usain Bolt caí rendido a sus pies. El jamaicano quiso replicar ante el público presente la particular celebración del británico cada vez que marca un gol. Esto dio lugar a uno de los momentos más carismáticos de la gala, dejando plasmado la influencia que tiene Bellingham más allá de los terrenos de juego.