Nuestras Top 100 literarias que siguen presentes en nuestros corazones.

Nuestras Top 100 literarias que siguen presentes en nuestros corazones.

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En el Día Internacional del Libro: recordamos a nuestras Top 100 literarias fallecidas

Almudena Grandes, Ouka Leele y Ana María Matute dejaron una huella importante tanto en el mundo literario como en nuestros corazones.

23 abril, 2024 13:30

Hoy, como cada 23 de abril, los apasionados de la literatura se han despertado con alegría para conmemorar el Día Internacional del Libro. A través de esta jornada, donde las calles se llenan de libros y rosas, se promueve la lectura, se defienden los derechos de autor y se destaca la importancia de la industria editorial.

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Dentro de un libro, cada página es un sendero de susurros donde las palabras danzan como luciérnagas en la oscuridad de la mente. En este día sagrado para los amantes de las letras, el mundo se convierte en un jardín de tesoros literarios, donde los libros son faros que iluminan los caminos del alma.

Con cada volumen que se abre, se despiertan mundos secretos, se alzan horizontes inexplorados y se alimenta el conocimiento y la imaginación. En esta sinfonía de letras y emociones, el Día Internacional del Libro inunda de calidez los corazones sedientos de más historias.

Así que, desde Magas, hemos querido formar parte de este día tan apasionado hablando sobre nuestras Top 100 literarias que ya no están presentes entre nosotros, pero que siguen en nuestra memoria y, sobre todo, en nuestros corazones que aún arden recordando vívidamente los sentimientos que nos inundaban con sus escritos.

Almudena Grandes (1960-2021)

"La literatura teje y desteje desde hace siglos, un intenso tapiz fabricado con las historias que condensan los hilos de la existencia humana". 

Esta es una de las muchas declaraciones de Almudena Grandes (Madrid, 1960-2021), que refleja su profundo amor por la literatura y las grandes historias que conmueven y acompañan, revelando mundos nuevos, inspirando sueños y ofreciendo una perspectiva de la realidad, al tiempo que nos permite evadirnos cuando necesitamos crear nuestro propio espacio lleno de fantasía, ilusión y aventura.

La escritura se convirtió en la mejor herramienta para expresar toda su energía, entusiasmo y deseo de aprender y comunicar, permitiendo que su potencial creativo brillara con fuerza. Almudena Grandes siempre quiso ser escritora y lo consiguió.

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Se graduó en Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, aunque su verdadera pasión siempre fue la narrativa. En 1989, logró realizar su sueño de publicar su primera novela, Las edades de Lulu, que le valió el XI Premio La Sonrisa Vertical de novela erótica. Este hito marcó el inicio de su éxito, catapultándola a la fama y brindándole la oportunidad de convertir su vida en lo que siempre había anhelado.

Ese premio marcó el comienzo de una extensa carrera en la que plasmó su visión de la mujer, las relaciones, la sociedad y la historia. Inspirada por su admiración hacia Pérez Galdós, creó una obra que buscaba recuperar la "España de los perdedores", titulada Episodios de una guerra interminable.

A partir de entonces, fueron llegando más novelas exitosas como la historia de amor y soledad en Te llamaré viernes, el relato de la vida de una niña en Malena es un nombre de tango o El corazón helado, que se caracterizó por ser difícil, impactante y no exenta de controversia. 

Pero Almudena no solo se centró en el ámbito de la novela, también colaboró con los periódicos, como El País, hasta que falleció el 27 de septiembre de 2021. Aunque cuatro días antes, llegó a la redacción su último artículo, titulado 'Unos ojos tristes', en el que rememoraba un verano de juventud, la moda kinki y la huida de El Lute.

Ouka Leele (1957-2022)

Bárbara Allende Gil de Biedma era el verdadero nombre de nuestra Top 100 de 2012 y 2013. Ouka Leele es un pseudónimo que tomó del ilustrador El Hortelano, quien publicó un mapa de estrellas completamente inventado y le puso ese nombre a una de ellas.

"Mi reto es una novela, aunque prefiero la eternidad del poema". En 2015, Ouka Leele confirmó que quería ir más allá de los poemas, aunque su pasión seguía siendo la fotografía. Un sueño que, al final, no llegó a cumplir.

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Aun así, Ouka publicó un total de 10 libros de poesía y 8 libros de fotografía e ilustraciones. En las páginas de sus libros, encontramos paisajes de emociones donde el amor se viste de colores vivos y las penas se desvanecen en la luz de la poesía. Sus versos son como puentes que conectan el pasado con el presente, invitándonos a explorar los recovecos más íntimos del alma.

Cada poema es un viaje hacia lo más profundo de nuestro ser, un recordatorio de que la belleza reside en la mirada atenta y en el corazón abierto.

En sus libros de poesía, Ouka Leele nos regala un universo de emociones, un refugio donde podemos perdernos y encontrarnos a nosotros mismos una y otra vez. Sus versos son un canto a la vida, una celebración de la belleza que nos rodea y de la magia que habita en cada rincón del universo.

Ana María Matute (1925-2014)

Ana María Matute Ausejo, novelista y académica de la lengua desde 1996, ocupa un lugar preferente en la literatura infantil y juvenil española.

Desde su infancia, se dedicó a escribir cuentos. Después de completar el bachillerato, se sumergió en el estudio de la música y la pintura, aunque finalmente se decantó por la literatura. En 1943, terminó de escribir su primera novela, Pequeño teatro, la cual vio la luz 11 años después y le valió el reconocimiento del Premio Planeta en 1954. Además, con Los Abel fue finalista del Premio Nadal en 1947.

Varias de sus obras fueron honradas con los más prestigiosos galardones de la literatura española. En 1952, obtuvo el Premio Gijón por su novela Fiesta al Noroeste. Seis años más tarde, en 1958, lanzó Los hijos muertos, que le hizo acreedor del premio de la Crítica y el Nacional de Literatura.

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A lo largo de la década siguiente, publicó su aclamada trilogía Los Mercaderes, cuya primera entrega, Primera memoria, ganó el Premio Nadal en 1959. Los soldados lloran de noche (1964) le otorgó el Premio Fastenrath en 1969, y La trampa (1969) completó esta destacada serie literaria.

En el año de su fallecimiento, se publicó su obra póstuma Demonios familiares por la editorial Destino.

La escritora, galardonada con el Premio Cervantes en 2010, ha dejado un legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, el cual permanecerá resguardado hasta el 26 de julio de 2029. Se une así a la lista de distinguidas personalidades que han depositado objetos personales en la antigua cámara acorazada de la sede central del Instituto.